Tras dos largos años de pandemia, las mascarillas se han convertido en una prolongación de nuestro cuerpo. Hemos aprendido a leer miradas, aunque seguimos sorprendiéndonos al descubrir, por primera vez, la cara de un desconocido cuando se quita la mascarilla y no es como nos lo habíamos imaginado. Pero todavía hay información poco clara con respecto a este nuevo accesorio de uso común y obligatorio (por el bien de todos).
En este artículo vamos a hablar de las diferencias entre respiradores desechables y mascarillas de uso quirúrgico.
Diferencias entre respiradores desechables y mascarillas de uso quirúrgico
Lo primero a tener en cuenta a la hora de diferenciar estos dos tipos de mascarillas es que sus funciones son diferentes y, por lo tanto, el tipo de protección también. Las mascarillas de uso quirúrgico están diseñadas para que su portador no contamine el entorno con las partículas que exhala (saliva, mucosas…). Antes de esta pandemia, en los quirófanos todo el personal quirúrgico las utilizaba para evitar contaminar al paciente, de ahí proviene su nombre.
Por otro lado, los respiradore tienen como función principal proteger al portador de inhalar las posibles partículas peligrosas del entorno. En muchos trabajos como los pintores o laboratorios químicos, es obligatorio su uso (independientemente de la pandemia) por motivos de seguridad para la salud de los trabajadores.
Una de las principales diferencias que nos ayudará a distinguirlas es que ambas se ajustan a la cara de manera diferente. Mientras que las mascarillas de uso quirúrgico son menos rígidas y quedan más flojas; los respiradores tienen una forma más firme y quedan completamente pegadas al rostro.
Otra diferencia muy importante es que ambas tienen un tiempo de desgaste diferente.
Además, la venta de las quirúrgicas debe estar autorizada por las instituciones sanitarias y pueden pasar revisiones de calidad (aunque normalmente con las especificaciones del fabricante suele ser suficiente). En cuanto a los respiradores, tienen la certificación de los institutos de Seguridad y Salud Ocupacional y es obligatorio que pasen por controles de calidad muy rigurosos antes de obtener la aprobación de uso para su venta.